lunes, 15 de enero de 2007
Cuento 3.
"Ya tarde esa noche me pregunté lo mismo de siempre. Qué sentido tendría suponer que las cosas habían cambiado si innegablemente, si indiscutiblemente me encontraba aqui anclada gracias a una hilera de sucesos supuestamente accidentales sobre los cuales, también supuestamente, yo no ejercía ningún control.....Las olas volvieron a despertarme o más bien el ruido de las olas y volví a levantarme de madrugada y volé (o navegué hacia el mar) en busca de respuestas....Me senté denuevo frente a él, yo y mi entero silencio, yo y mi rotundo cansancio de tantos días de tantas veces lo mismo....No era justo seguir asi y sin embrago parecía que todo seguía igual a pesar de mis no dormires y a pesar de este ritual de sentarse a mirar y a cuestionar a las olas....Todo era pesadamente lo mismo y el sueño que se escapaba cada día más de mi cuerpo me hacía ver la realidad tan distinta que ya no sabía si estaba dormida o despierta....Quise llorar, pero no puede, quise irme y no encontré adónde y me dormí sin darme cuenta en la arena fría y húmeda de esa nueva mañana que se decía nueva , pero que era otra vez, seguramente la misma de todos los días...."
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